"La risa es el sol que ahuyenta el invierno del rostro humano."

Nunca voy a olvidar el día que fui a almorzar a la casa de la que en aquel entonces era mi mejor amiga, Anahí. El recuerdo esta tan claro y nítido como si hubiera sido ayer.

Estábamos en 1º grado y era un domingo al mediodía, me acuerdo que estábamos comiendo fideos con tuco y hablaba de alguna tontería con la mamá de Anahí: Mirta. Mirta es una de las minas más buenas que conocí, toda dulce, simpática y habladora.

El punto es que el psicópata hermano mayor de mi amiga le agarro un extraño ataque porque yo reía mucho.

Su hasta agarro una botella vacía y empezó a sacudirla por el aire! Esta bien, mi risa puede ser fuerte, contagiosa, interminable y, porque no, algo deforme, pero ¿Tanto como para levantarte algo amenazante y mirarme con los ojos salidos de las órbitas? Me parece que no..

Y para empeorar el plano, toda la familia de Anahí se empezó a reír por la situación y por mi risa que no paraba. Es que ver al pendejo así re sacado me causaba mucha gracia. Ya desde entonces era maquiavélica (?) y sin instinto alguno de supervivencia.

Raúl, el hermano de Anahí, me odio por dos años más maso menos. Después no le quedo otra que también reírse.

Y es que siempre en situaciones heavy o algo extrañas le supongo buena cara, río; y por esto es que mi viejo me critica.

-¿Cómo podes reír cuando todo es una mierda?

Yo lo miro y rió, mientras me encojo de hombros.

-¿Y que queres? Si tuviera que tomarme las cosas como vos lo haces (bien a lo depresivo, bien a “todo el mundo es una mierda y esta en mi contra”) ,me pego un tiro de la depresión.”

Así que cuando me pasan situaciones de mierda, que aunque no lo parezca paso, rió.

¿Quien dice y al final pasa como con Raúl, de tanto yo reír la vida se ríe conmigo?