lunes, 14 de septiembre de 2009

Un martini Perfecto

El sábado tuve una fiesta de disfraces, era los 21 del novio de una de mis mejores amigas. Había minnie, enfermera, piratas, pantera rosa, bomberos y lo que se te ocurra. Tipo 12 fui a mi lugar asignado, el lugar que le había prometido al cumplañero que ocuparía gustosa: la barra. Me dije, esto de hacer tragos siempre fue lo mio, que pito que flauta....pero no fue tan fácil. Menos cuando tenes a 20 personas que quieren su dosis de alcohol en las venas con verdadera urgencia. Tarde unos 10 minutos para saber donde estaba cada cosa y que la preparación de cada trago no se me mezcle en la cabeza. Por suerte logre ubicarme pronto y todos los invitados supieron esperar un poquito(hasta que le agarre la mano). Por suerte todos buena onda, y cuando me pedían que los sorprendiera siempre hacia o un orgasmo de pitufo o un electronic lemonade. Yo no iba a pensarla mucho. Aunque puedo asegurar que me mande unos cuantos tragos de elaboración propia, agarrando botella que se me cruzara y poniendo el el vaso.
Si hasta me sentí como Cassie, la protagonista de una Martini Perfecto. Que de no saber hacer un licor de melón con speed se transformaba en una de las mejores barman de los Hamptons(o como se escriba).
El chico con el que Maru(una de mis best) quiere que este se acerco y me pidió algo, pronto le pedí que me ayudara y los dos preparando tragos a más no poder. De bajar y subir para agarrar alguna botella, speed de la heladerita o alguna gaseosa mis piernas quedaron destruidas. Encima ni me digne a sacarme los zapatos que tenían un taco importante.
Al rato agarre una speed para despertarme un poco y como parecía que todos estaban con sus bebidas contentos y no querían más por el momento mire al otro barman, Chico Bueno.

Flor:
¿Un trapito no queres?

Su parte de la barra estaba llena de bebidas caídas, helado y durazno licuado. Ese era el problema de tener al lado la licuadora. Mire mi parte de la barra y sonreí, estaba bien limpio. Me había acostumbrado a pasar el trapo todo el tiempo para que se se haga un asco.

Chico Bueno:
Emm, si. Todo bien?

Flor(mirandolo extrañada):
Si.... Solo espero que mañana no me duelan mucho las piernas.

Chico Bueno asiente y se acerca. No, no, no, no, no. Pensaba mirándolo, mire a la pista y sonreí.

Flor:
Bueno, esto esta tranquilo. Ya vuelvo

Al rato volví y con eso todos volvían a pedir su ración de alcohol. Entre un tequila sunrise para una bombera y cerveza con granadina para una Cleopatra se acerca rodri, el ex de una de mis enemigas. Bah, no se si es mi enemiga pero la cosa es que ninguna de las dos nos bancamos, aunque ella dice que me consideraba su amiga y no se que. Rodri viene con un supuesto pedo(pedo que yo sabia no tenia porque sabia que cosas salían y a quienes) y empieza a putear a una de mis amigas, Gaby, que a veces mete mucho la pata y que casualmente es amiga de Fefi, la ex de Rodri.

Rodri:
Esta Gabriela es una pelotuda

Pantera rosa:
¿Qué paso?

Flor:
Dale, conta

Rodri:
Me pregunto si estaba con Fefi. Esta loca boluda, esta loca

Flor(Riendo):
Estar se podría decir que estas. Te la estas moviendo. Algo es algo

Pantera rosa (se tapa la cara y ríe):
Me caes bien vos

Rodri(Haciéndose el boludo):
Eh? Yo..nada que ver..esta buena la fiesta vieron? (Mira para otro lado)

Flor:
Mira que yo no digo que este mal. Si a ella le gusta eso vos dale para adelante

Rodri:
Puede ser (ríe y huye)

Pantera rosa:
Si, me caes bien (Me sonríe y se va atrás de Rodri)

jueves, 3 de septiembre de 2009

Legalizamee

Miro la hora y no puedo creer que este despierta. Bueno, una parte de mi lo cree. Hoy fui con una de mis mejores amigas, Van Van a legalizar al fin el título del secundario.
Ya de entrada empecé mal, me dije:Vamos Flor, hoy a la cama tempranito. Eran las 3 y yo ni una mota de sueño. Me acosté y di 1500 vueltas en la cama, escuchando los ruidos de la casa, a una llamador de ángeles que tiene mi vecino y que hace casi tanto escandalo como mi ya familiar enemigo el pajarito que empieza a cantar a las 3 de la mañana hasta las 7. Termine despertando a mi vieja que por poco me tira una almohada por la cabeza a eso de las 5:30. Si hasta le ofrecí que tomemos un té para relajarnos un poquito!
Y paso como siempre, ella diciendo que tendría que trabajar de noche, en algún boliche de Buenos Aires, siendo Barman o en un guardarropa en el peor de los casos. Cuando al fin se calmo un poco y volvió a la cama(Su té funciono, aunque el mio no) me puse a mirar una película. Apenas termino me entro el sueño, me acomode y...sonó el despertador. Suspire y me levante, tenia que cambiarme y arreglar un poco el rostro algo demacrado por no dormir nada, antes de que media hora más tarde Van Van llegara.
A las 8:30 nos fuimos, teniendo una ligera idea de donde teníamos que ir. Sea como sea teníamos en mente la frase Preguntando se llega. En todo el viaje de ida estuvimos poniéndonos al día y yo me descargue un poco, contándole como no banco más ni a mi viejo ni a la flaca, gandhi, su novia que es "reeeee buenaa".
Llegamos y legalizamos el titulo con rapidez, pero después esperar en la Facultad de Medicina fue un horror. Iban por el 712 y nosotras teníamos el 977 y 978 respectivamente. Nos sentamos en el piso sin importar las doscientas personas que nos miraban y nos dispusimos a esperar...por cinco minutos. Nos cansamos de oír al hombre que se sentía dios repartiendo los números y no paraba de mirar a todas las chicas que se acercaban y decirles con su voz ronca por el cigarrillo: Niña, venga por acá.
Nos fuimos a la Bond Street para comprar el regalo de Sami, otra de mis grandes amigas, que ya en una semana cumple años. Pasamos por lugares de tatuajes, ya que Van Van quiere hacerse un tatuaje y yo en eso la apoyo a morir (aunque ya le advertí que algo duele, pero vale la pena).
Volvimos y ya habían pasado nuestro número! El colmo! Fruncí la nariz y trate de ver a cual de todas las ventanillas me tenia que acercar, sin importarme mucho le sonreí a uno de los cajeros, que no tardo en tomar mi número y a los 15 minutos ya habíamos salido, con las fotocopias del titulo legalizadas al fin.
Después de tener que soportar un subte que estaba hasta las manos, los anuncios de un tal Partido Naranja y que Vane Van me dijera que el chico rubio que yo decía que se parecía a Rob Pattinson...no se parecía en lo más mínimo y que aunque el cielo amenazaba con caer sobre nosotras logramos no perdernos en las grises y antiguas calles del centro.
Todo sea por un final con una rica hamburguesa. Algo bueno tenia que haber, cierto?

martes, 1 de septiembre de 2009

Pegame que me gusta

La otra vez estaba leyendo una de las tantas novelas románticas que leo y me acorde de Él Imbécil. ¿Por qué me acorde del chico más despreciable que conozco? Tampoco se si es el más despreciable o algo así, pero es punto es que es una persona que prefiero mantener lejos.
No sé que me pasa, una amiga me presenta al pibe más bueno de la Tierra. Esos que son tiernos, trabajadores, comprensivos y no entienden el significado de garca. Desde el comienzo no tuvo oportunidad. Pobre.
Digo eso y me doy cuenta de que la pobre soy yo misma. Osea, ¿Hello? En que cabeza cabe que una prefiera a una persona forra, mentirosa, narcisista y con tan poco huevos a una versión de gandhi joven y que no esta nada mal físicamente?
Pero siempre va a ser así. Por lo menos la mayoría de las mujeres somos así. Nunca vamos a darle bola al pibe bueno, nos gustan los hijos de puta. Capaz es que nosotras, ilusas, tenemos la ilusión de que él va a cambiar por nosotras. O que va a seguir siendo forro, pero con nosotras no. O que dentro de ese duro caparazón esta en príncipe de tus sueños, el buen marido y el cariñoso padre.
Pero no.
Si alguna de las lectoras todavía cree que un hombre forro del que están perdidamente enamoradas va a cambiar por ustedes, lamento pincharles el globo. No cambian. Son felices así, o infelices tal vez pero muy cómodos en esa posición. Y no me vengan con que tuvo una infancia difícil, un padre que lo ignoró, una mujer que le rompió el corazón o alguna tontería de esas.
No van a cambiar porque no saben lo que es ceder.
Pero nosotras, arduas trabajadoras, seguimos intentando. Creyendo que van a ser como el héroe del libro (usualmente un magnate griego, un pirata moreno o un siciliano rico) que es bien malo pero termina convirtiéndose en el mejor hombre que puedas imaginar, quedandose con la chica que limpia, la mujer que esta embarazada pero en la calle, o alguna que perdió la memoria o algo así de extraño.
¿Saben? La otra vez pensé en darle una oportunidad al Chico Bueno este que me presentaron, pero simplemente no pude. Tampoco soy de las que dicen maltratame que me gusta ni nada parecido. Pero sigo esperando a ese chico malo que cambie por mi.

Empecemos a sufrir

Son las 4:56 a.m. y recién apagué un cigarrillo en uno de los ceniceros que te regalan de recuerdo. Es de Argentina y tiene figuras del país. Alguien me puede decir ¿Para que me regalaron un cenicero que es de mi propio país?
Bueno, mejor no sigo por ese lado...tampoco es que estoy en pleno síndrome pre-menstrual y me quejo de hasta ese pajarito rompe bolas que ya se le ocurrió empezar a cantar a esta hora.
Hice este blog para empezar a empezar a analizar las cosas que pasan en el día a día y que nos ponen mal, de las cosas que pasaron hace años y una sigue recordando, añorando, de las cosas en las que una piensa ¿Y si...? Para darme cuenta de una vez que sufrir es una estupidez, por lo menos sufrir por las cosas que una usualmente las hace sufrir. Por las cosas que nos ponen de mal humor y por las cosas que a una las hacen poner los ojos en blanco. Y por las cosas buenas también, osea algo bueno nos tiene que pasar de vez en cuando cierto?
Así que a ver si pasa. Yo tengo algo de fe en eso, no en todo no puede ir mal, tiene que haber alguna...genial, me quede sin cigarrillos.